Un contrato por diferencia (CFD) es un acuerdo realizado en contratos futuros por lo que las diferencias en dicho acuerdo se realizan a través de pagos en efectivo, en lugar de con la entrega de mercancías físicas o valores. Este es, generalmente, un método más sencillo de acuerdo, porque tanto las pérdidas como las ganancias se pagan en efectivo. Los CFD proporcionan a los inversores todos los beneficios y riesgos de ser titular de un valor, pero sin las molestias de en realidad ser propietario del mismo.

En pocas palabras, las operaciones con CFD permiten a los operadores especular en el movimiento del precio de varios instrumentos en los mercados financieros, ya sean divisas, valores, o índices, sin importar si los precios están subiendo o bajando. El operador puede operar con los precios tanto en la subida como en la bajada. Puede operar en mercados descendentes (en corto) así como en mercados ascendentes (en largo) y utilizar una pequeña cantidad de capital para controlar posiciones con un valor mucho mayor.